Esta escultura de 5 metros de envergadura dispuesta en el espacio público, explora los símbolos de nuestro renacer como Quindianos, de nuestra fortaleza frente a momentos difíciles, de nuestra solidaridad y trabajo en equipo para hacer emerger una ciudad moderna que apunta hacia el futuro con espíritu valiente.
La elección de la técnica y los materiales de esta escultura, en relación con los objetos tradicionales representados, hablan de la relación entre la tradición y la transición hacia una modernidad digitalizada, hipertextual y conectada con el mundo.